Después de pasar noches sin dormir en el sanatorio, creo que igualmente el que pudo dormir poco fue tu papá. El tenía su cama al lado nuestro pero me confesó que estaba preocupado y te miraba a cada rato para saber si respirabas o dejabas de hacerlo por unos segundos. Cuando pude moverme más tranquila por la cesárea nos dijeron: "pueden irse a casa" y así lo hicimos. Una vez que puse un pie en la calle confieso que sentí que era un mundo nuevo, y como no serlo, si vos empezabas a formar parte de el. Caminamos hasta el auto y sentía que estaba caminando hacía un altar, igual el dolor que sentía era horrible, los calmantes en mi no me hacen efecto, por eso no tomo ningún tipo de medicamento. En fin, luego del largo camino a casa, llegamos, ahí nos esperaba Pampa, nuestra perra. Lo primero que hicimos fue acercarte para que conociera tu olor, y para que te conociera a vos, ella de seguro estaba celosa, lo sentía unos días antes de que naciera, los perros son tan sabios. Te pusimos en tu catre (palabra que jamás me gustó) y listo, ya eras parte de nosotros.
Al llegar a nuestro hogar confieso que me sentí algo perdida, más que nada porque ya no contaba con la ayuda de las enfermeras en el caso de que algo no funcionase bien. Pero bueno, continuamos, el tema fue darte de amamantar, como fue antes de mis clases de "pre-parto" y la verdad es que hice oídos sordos a los consejos o cualquier cosa que me decían sobre el tema, al cuarto día me lastimé. Salimos corriendo nuevamente a la guardia de maternidad y le preguntamos que podíamos darte ya que no podía darte mi teta. Me dijeron que era normal, y un tanto se enojaron conmigo, me dijeron: "pero nadie te dijo que tenías que usar la tetilla de plástico, hacerte paños de agua tibia o masajearte". ¡NO SE SEÑORA! ¡HACE 4 DÍAS SOY MADRE Y DE LA EMOCIÓN UNA SE OLVIDA DE TODO, VIO! Me enerva las personas que tienen el manual en la mano y te juzgan sin vivir lo que estas viviendo che!. Pero ahí lo más importante era alimentarte. Me dijo, mamadera, leche Nutrilón y listo. Como un genio que sos hijo, no me hiciste dar trabajo y te tomabas tus mamaderas religiosamente, eso si, volvías a la teta de vez en vez porque a mamá recién la conocías, pero yo se que no te querías desprender de mi tan fácilmente.